Deseo de conocerse



 Deseo de conocerse

Bueno inspirado en la primera frase salio esto :

La luz es la voluntad de lo no manifiesto, y la oscuridad es solo la resistencia dicha voluntad.

Si lo no manifiesto es uno (o está en uno). Porque el anhelo por encontrarlo? Acaso es el deseo de conocerse, que impulso a lo no manifiesto a convertirse en lo manifiesto. Esa misma pulsión inconsciente, que en algunos es más fuerte que en otros, que nos lleva a un camino sombrío, lleno de peligros, dudas, incertidumbres, sin salidas y oscuridad. Pero que al final se logra comprender que uno avanzo siempre en la niebla, en la plena oscuridad porque había una lámpara adelante que lo guiaba. Como uno puede ser uno tan ciego, es que acaso la lámpara se esconde del caminante, o el caminante no levanta la mirada del camino y no ve la lámpara. Un tropiezo nos hace detener y alzar la mirada, la lámpara siempre estuvo allí. Su luz nos ciega, pues no estamos acostumbrados a ella, nuestros ojos están acostumbrados a la oscuridad del camino, y se rehúsan a cambiar para ver con la luz de la lámpara. En solo un instante, todo se decide, ceguera voluntaria o un cambio en nuestros ojos. Los caminos son muy distintos y llevan a lugares muy lejanos el uno del otro. Algunos continuaran su camino por la oscuridad más ciegos que nunca, por la luz de la lámpara. Otros verán el camino, y verán sus pies, verán sus manos, y su cuerpo...se conocerán. Y sin que se dieran cuenta la lámpara en silencio se alejaba mientras uno reconoce con su cuerpo. "Picara lámpara no me dejes solo en la oscuridad", gritaras, y ella se detendrá cumpliendo a tus palabras. Ahora está en tus manos y alumbrara a donde tú la dirijas. Su luz es tenue, ya que si fuese más fuerte lastimaría tus ojos y los de tus vecinos, pero alumbra perfectamente el camino.
Porque el hombre se olvida de todo cuando se ve, es su Ego abrasivo que destruye todo lo que toca, o ese deseo de conocerse, de saber quién es uno. Tan fuerte es el deseo que hace al hombre olvidar del camino. Y que es el camino sino el deseo de conocerse. Entonces es realmente olvidado el camino, o es que se ha encontrado el fin del camino al verse. Pero si el camino termina hacia dónde iremos, o será mejor quedarse contemplando a nuestro propio cuerpo. La lámpara se aleja, y el camino comienza, porque ahora el hombre deja su anhelada auto-contemplación en búsqueda de una lámpara. Sera todo una escusa para caminar, o el deseo de conocerse no habría sido saciado, y el hombre sigue camino por mas auto-conocimiento. Como es arriba es abajo, y el hombre busca en su exterior lo que está en su interior, la lámpara ilumina su camino, pero quien ilumina su interior. Es acaso la lámpara la culpable de que el hombre sigua caminando, o el hombre taya su propio destino con pisadas sobre un suelo nunca antes visto. Es su deseo a conocerse lo que motivo su nuevo comienzo, o simple curiosidad. La lámpara alumbrara su camino pero solo el hombre tendrá la elección de elegir lo que ver y lo que no.
Porque el hombre no se detiene, es que acaso no conoce la limitación, es que acaso su anhelo es más fuerte que la propia satisfacción que le causa una pisca de auto-conocimiento. Porque el hombre decide apostar todo a seguir caminando, y no quedarse donde esta, acaso presiente que debe seguir adelante, que algo lo empuja a continuar. El hombre se divisa un lago, es la primera vez que ve algo así, muy sorprendido se acerca. Alza su lámpara y todo el lago brilla, iluminando la sombría oscuridad, haciéndola desaparecer en un instante. La luz del reflejo es intensa y gigantesca, el hombre teme por un instante, pero la belleza que esta luz emana es abrumadora, y sucumbe ante su beatitud. Extasiado por la hermosura del brilloso lago, el hombre se acerca más a él sin darse cuenta. Y entonces aparece lo que menos este se esperaba, un hombre igual, levantando una lámpara y con cara de sorprendido. Miedo, terror y desesperación invaden al hombre, era un doble de él. Si había alguien igual a él, entonces ¿Quien era el hombre en realidad? El reflejo del lago o el cuerpo con el que se había identificado al comienzo del nuevo camino. La duda se apodera del hombre, el temor, su cuerpo recién descubierto ya no tenía importancia, había perdido nuevamente su identidad, su ser. El tiempo pasa y el hombre está perdido nuevamente. La lámpara que le revelo su cuerpo ahora lo había guiado a esta abrumadora situación.
Sin propia decisión el cuerpo del hombre se comienza a levantar del árido suelo donde estaba tendido, como si alguien lo levantara. Sera su deseo de conocerse , de saber quien es el que le da fuerzas al hombre para levantarse y enfrentar a su reflejo. Al mismo tiempo que el hombre se pone de pie, el hombre del lago lo hace. Cara a cara con su otro yo. El hombre permanece inmóvil por un largo tiempo, con la mirada clavada en los ojos del reflejo. Atónico, ni un pensamiento se cruza por su mente, él simplemente observa. Con gran fuerza de voluntad, una fuerza que nunca antes había tenido que utilizar, el hombre comienza a observar a todo el reflejo, despacio,  revisando cada milímetro de este. El miedo abunda en el hombre, y este baja la lámpara, la oscuridad se vuelve mas densa y el lago más oscuro. Con un inmenso sacrificio el hombre alza nuevamente la lámpara, esperando que su reflejo haya desaparecido, pero él sigue ahí, esperándolo, mirándolo atentamente, como si lo estuviese esperando. Esta fue la primera vez que el hombre se vio completo.
El miedo se esfumo por la gigantesca euforia que invadió al hombre, por fin se vio completo, ya no eran solo sus manos o sus pies, sino que se vio completamente. La luz del lago brillaba intensamente, y los ojos del hombre brillaban con igual magnitud. Estaba él y su reflejo viéndose el uno al otro, reconociéndose mutuamente.
Fue entonces cuando el cuerpo del hombre se movió nuevamente por sí solo, y se lanzo al agua en un intento de tocar al reflejo. El hombre se sumergió en el agua...
Es acaso el deseo de conocerse lo que mueve al hombre en su camino, o será acaso algo externo a él. A pesar de su imponente voluntad no puede dominar a su cuerpo en búsqueda del conocimiento que lo movió en un comienzo. Cuan fuerte es esa fuerza que sobrepasa la voluntad del hombre, cuan fuerte será, que no puede dominarla. Sera acaso porque el hombre no espera sus ataques, o simplemente por su gran fortaleza que el hombre no puede contra ella. El deseo de lo no manifiesto de conocerse que creo lo manifiesto no podrá ser controlado?, o es acaso que la acción de creación de lo manifiesto todavía sigue en vigencia, y se expresa en el hombre sin que este pueda controlarla.

Una acción sin fin, un deseo sin control.

Suerte!
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